
Claro que les respeto. Y no sería yo quien prohibiera los Sanfermines. Es solo que no les entiendo. No le veo la gracia a un tipo vestido de andaluz girando sobre un toro, haciendo piruetas, antes de matarlo. Tampoco se crean que soy un ecologista sentimental. Ni de los que comparan el toreo con tirar una cabra del campanario. Pero ver desangrarse un animal estocado hasta que palma no me parece una actividad lúdica ni intelectual. Por muchos huevos que le ponga el maestro. Me parece un espectáculo tan sádico como chorra. El arte, para mí, es otra cosa. Con perdón y olé.